Las vitaminas son nutrientes que una vez introducidos en el organismo en pequeñísimas cantidades desarrollan un papel importante en el mantenimiento de la salud, crecimiento y defensa contra las infecciones; son por lo tanto indispensables para la vida.
Desencadenan reacciones químicas necesarias para el normal funcionamiento del organismo. Como el organismo no lo fabrica, deben suministrarse a través de los alimentos y su carencia o falta en la dieta diaria determina estados mórbidos definidos, llamado avitaminósis.
Son vitaminas liposolubles las vitaminas A, D, E, K.
Son vitaminas hidrosolubles B1, B2, B6, B12, PP, C, etc.
El valor vitamínico de los alimentos puede verse afectado por el modo en que se acondicionan los alimentos y la forma en que se cocinan. Por esto algunas vitaminas no se alteran con el calor, como las B12, D, E y otras se alteran fácilmente. De ahí que el contenido vitamínico de ciertos alimentos disminuya drásticamente cuando los sometemos a tiempos de coacción prolongados.
En el caso de las vitaminas hidrosolubles, cuando se cuecen, parte de las vitaminas se quedan en el agua y si tiramos esa agua en lugar de aprovecharla, perdemos esos nutrientes tan importantes y el alimento que ingerimos es más pobre. Por tanto una buena forma de aprovechar las aguas de la coacción es hacer sopas, caldos, etc.
Otra forma de evitar la pérdida de vitaminas a causa de la coacción es consumir muchos alimentos crudos en ensaladas jugos para preservar su valor vitamínico. Casi todas las frutas se comen crudas y varias legumbres se pueden utilizar sin cocerlas. Nos referimos a la zanahoria, berros, jitomate, lechuga, etc.
Otro cuidado que se debe tener con las legumbres es prepararlas justo en el momento en que se va a utilizar para evitar la oxidación. Igualmente, sólo se debe pelar la fruta en el momento de comerla para evitar la alteración vitamínica por la exposición del aire y el calor.
Bibliografia: Muscular development latino
No hay comentarios :
Publicar un comentario