sábado, 4 de abril de 2015

SEÑALES QUE INDICAN QUE TE ESTAS SOBREENTRENANDO





Una de las formas más eficaces de permitir al cuerpo adaptarse y así crecer conforme se va entrenando a lo largo de los meses o años, es mediante el fallo muscular o lo que también puede traducirse en la palabras simples como llevar el cuerpo hasta el punto en el que no ya no se puede realizar una repetición más.


Aunque llegar hasta el fallo puede acarrear algunos importantes beneficios para la musculación, hay que tener en cuenta que en exceso también es malo y las consecuencias que se llegan a desencadenar pueden ser irreversibles.

El sobreentrenamiento, como también es conocido, se define por la Asociación Médica Americana como “una condición fisiológica y psicológica que se manifiesta como un estado de deterioro en la disposición atlética”.

Y es que al entrenar hasta el límite de manera regular, se reduce la capacidad de recuperación del cuerpo, llegando a dejar de funcionar por completo, inclusive. Los microdesgarros producidos con el entrenamiento de los músculos se recuperan mediante el descanso y también debido a los aminoácidos presentes en la proteína de los alimentos que se consumen. Sin embargo, al realizar sesiones de ejercicio por tiempo prolongado y de forma constante, impidiendo la correcta recuperación de los músculos, comienzan a aparecer los primeros síntomas del sobreentrenamiento.

En este punto, quienes lo padecen suelen volverse más débiles y torpes, su resistencia baja hasta los suelos y se estimula la acumulación de grasa en el organismo, ya que el metabolismo también se ve afectado. La recuperación correcta del sobreentrenamiento requiere de la intervención de un profesional y puede llevar de semanas a meses.

La mejor forma de evitar este deteriorante estado, es conociendo adecuadamente al cuerpo propio y darse cuenta por sí mismos del momento en el que se empiezan a manifestar los primeros síntomas del sobreentrenamiento. Es importante no confundir estos síntomas con los producidos al entrenar intensamente. Sesiones de ejercicio que requieren de 5 a 7 horas por semana, es muy poco probable que desarrollen los efectos de sobreentrenar:

Estancamiento


Una de las causas más comunes es el estancamiento, etapa en la que a pesar de entrenar constantemente y con todo el esfuerzo puesto, se dejan de notar los resultados deseados. Esto se debe a que al momento de llevar a cabo alguna actividad de levantamiento de fuerzas, las fibras musculares se rompen, siendo que su recuperación depende significativamente del descanso, ya que de lo contrario estas se deterioran aún más en la siguiente sesión de entrenamiento.

Frecuencia cardíaca irregular

La frecuencia cardíaca elevada durante y algunas horas después del entrenamiento es totalmente normal, sin embargo, la mantenerse a este ritmo incluso cuando se se está en reposo, puede ser un síntoma del sobreentrenamiento.

A la larga, es común desarrollar problemas relacionados con el sistema cardiosvascular, así que se debe estar atento a cualquier situación extraña. La manera adecuada de controlar el ritmo de los latidos del corazón, es midiendo la frecuencia cardíaca nada más al despertarse por la mañana, y luego volver a hacerlo en la tarde, entre dos y cuatro horas post-entrenamiento.


Si se detectan anormalidades es momento de tomarse un descanso del gimnasio por algunas semanas y si se tienen dudas, consultar al médico para prevenir cualquier agravamiento.

Dolor muscular prolongado

El dolor en los músculois de la zona post-entrenamiento es común en cualquier persona, sin embargo, al prolongarse por más de 72 horas, el día en el que normalmente se trabaja la zona afectada nuevamente, puede suponer una causa de estar entrenando más de lo necesario.


Para evitar cualquier lesión grave y no interferir con el avance en el desarrollo muscular, se recomienda tomarse buen descanso, o una semana de descarga.

Sed insaciable


Al entrenar más de lo que el cuerpo puede aguantar, se desarrolla un estado de catabolismo, en el que el cuerpo se consume así mismo, o lo que viene a ser, toma las energía que requiere a partir de la musculación para realizar sus funciones básicas. Además, también se produce la deshidratación y con ello, la eventual necesidad de ingerir líquidos.

Lesiones con mayor frecuencia

Tal y como ya lo mencionamos antes, el sobreentrenamiento causa debilidad en los músculos, lo que significa alcanzar una mayor probabilidad de sufrir algún tipo de lesión al volver a entrenar.


Para evitar esto se recomienda tomarse una semana de buen descanso o de lo contrario, realizar el descanso activo, que consiste en ejercicios de baja intensidad como lo son caminar, andar en bicicleta, nadar, etc.

Enfermedades más a menudo


Los entrenamientos en exceso no sólo llevan a la debilidad física y otros sntomas, sino que además propician a la baja de defensas del sistema inmunológico. Esto se traduce en la aparición de enfermedades comunes como la tos o la gripe de forma regular.

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